· “La política es una forma de amar, es el arte de hacer posible lo deseable” … Cardenal Oscar Rodríguez.
· La función de la política es ayudar a organizar todos los intereses, procurando que haya justicia, es decir, que a cada cual se le reconozcan sus derechos y se le pueda exigir el cumplimiento de sus deberes. Dicho de otra manera, la política tiene como finalidad ayudar a las organizaciones de todos los grupos humanos para que, con esfuerzo de todos, sea posible convivir en armonía y concordia.
· La política nos concierne a todos. Nadie puede ni debe vivir sin interesarse por la suerte de su país. A través de múltiples acciones, sea el trabajo en la base, la organización barrial o sindical, la formación de adultos, la reflexión grupal o la expresión de nuestras críticas e ideas constructivas, podemos influir y participar en la organización de la sociedad. Son formas de participar en la política entendida como búsqueda y organización del bien común.
· La política es un arte noble, pero difícil.
· Que la política sea un arte significa que el quehacer político no se improvisa, sino que se requiere de habilidades, según sean mayores las responsabilidades que se asuman. Y al hablar de responsabilidades, estamos señalando la dimensión ética de la política: tiene que ver con una respuesta al prójimo, quien nos urge a reconocer sus necesidades como propias.
· La meta de la política es el bien común, el bien de todas las personas y de toda la persona, es decir, su desarrollo pleno y integral.
· Claro que el Estado por sí solo no puede garantizar la realización plena de cada persona o familia… La responsabilidad del Estado es crear las condiciones para que las personas y los grupos tengan la oportunidad para asumir su propia responsabilidad y desarrollarse lo mejor posible.
· ¿Qué es primero y que es secundario?
· ¿Qué es mas importante: la libertad de todas las personas en tener acceso a la cultura, o la de algunos que lucran con la escasez y las necesidades de cultura de los demás?
· ¿Qué es más importante: la información veraz puesta al alcance de todos, o el éxito de algunos que controlan el acceso a la información, la cultura o que controlan los medios de comunicación social?
· La libertad y la solidaridad, dos pilares del bien común.
· Para conciliar la libertad y la solidaridad es necesario una visión integral de la persona humana dentro de una recta comprensión de su vida en sociedad. La libertad humana no se puede confundir con libertinaje, que no asume ninguna responsabilidad social de sus éxitos.
· La ”Politiquería”
Cuando se pierde de vista la nobleza de la misión política y la grandeza de esa vocación, se empequeñece la mirada, se pierde el aliento para las grandes tareas y sólo es posible mantenerse en las pequeñas máquinas de poder, en las influencias que tienen su precio, en el dinero fácil y la corrupción.
Todo esto es “politiquería” que, además del daño moral personal que casusa a quienes degradan en el sentido del quehacer político, provoca también un daño a la sociedad entera y a las posibilidades del bien común. La “politiquería” sucede fundamentalmente cuando se olvida que la política es un servicio a la sociedad en su conjunto, y que pasa a servirse de ella para fines individuales y mezquinos.
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Jorge Mírez (http://jorgemirez.blogspot.com, http://jmirez.wordpress.com )
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